Haruchika Noguchi y el Seitai Kyokai

 

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Ya desde muy joven, Haruchika Noguchi fue un terapeuta tradicional muy respetado. Nació en 1912, en Japón, el único país de Oriente que, por su propia iniciativa, había emprendido una profunda europeización de su cultura y sociedad, desde finales del siglo XIX. En este especial contexto, supo combinar los modernos conocimientos occidentales con las milenarias sabidurías orientales, gracias a su excepcional capacidad intuitiva de observación: Al mismo tiempo que ideó las prácticas de katsugen undo y yuki, observaba cómo se manifiesta el movimiento espontáneo en la naturaleza humana, hasta llegar a descubrir, tras dos décadas de trabajo y estudio, la estructura que adopta en nuestro organismo. Entonces, 1943-44, creó la palabra seitai (regular o coordinar el cuerpo u organismo) y nombró con ésta tanto a sus métodos como a la Asociación («Mantenimiento de la salud por los métodos naturales») que dirigía desde hacía décadas. Así constató la singular postura del seitai dentro del mundo de la terapéutica tradicional japonesa.

Aunque la mayoría de su exposición fue oral y ceñida a asuntos de la vida cotidiana, expuso su descubrimiento en unos pequeños libros, a lo largo de la década de los años 50:

Heiko yokyu no ni hoko Las dos direcciones del deseo equilibrador
Gohoko no shigueki han osei Las cinco dimensiones de la capacidad vital de reacción a los estímulos
Ninguen no tankyu Nueva investigación del ser humano
Y posteriormente:
Taiundo no kozo La estructura del movimiento espontáneo 

 

 

 

 

Mientras tanto, iba tomando conciencia de que sus planteamientos y descubrimientos no debían quedarse solamente en el campo de la terapéutica, hasta realizar algo inaudito: trasladar la «Asociación Terapia Seitai» al campo de la cultura y lograr que fuese reconocida por el Ministerio de Educación y Ciencia del Japón, fundando, en 1956-57, la Sociedad Jurídica Seitai (Shadan Hojin Seitai Kyokai).

Resume la vida del maestro este pensamiento que definió con el concepto de “zensei”:

Sólo existe el sueño profundo para los que viven intensamente. 

Sólo existe la muerte sosegada para los que así han vivido. 

Así vivió (por ejemplo, durante cincuenta años, ni siquiera tomó un solo día de fiesta) y así murió en 1976, entregado de manera total a sus enseñanzas.

El legado del maestro es custodiado por sus hijos y sus discípulos en el actual Seitai Kyokai: www.seitai.org